La luna ya me lo había dicho, pero por ser luna, no le creí. Entonces decidí preguntarle al sol; y a él no le interesaban esos temas. Tuve que esperar a la noche e ignorar a la luna, para preguntarle a las estrellas.Ellas alcanzaron simplemente a sonreírme (como de costumbre). Me quede con la pregunta en mis manos Intenté lavármelas, intente inventar nuevas preguntas. Intenté dejar de pensar en eso! Y la luna nuevamente me habló: " Pequeño, si tu quieres que así sea, así será. Pequeño, no te creas la mentira de la libertad, todos somos presos de alguna extraña manera. Mírame, yo solo puedo salir de noche. Estoy destinada a estar en la oscuridad, pero eso no significa que no pueda brillar. " Entendí entonces Que para ser feliz no es necesario -no tener problemas- Se trata de las decisiones que tomamos para (aún estando en la oscuridad) no dejar nunca de brillar. Todos tenemos una luz, todos somos luna y sol al mism...
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Una luz que ilumina dentro En este ómnibus maltrecho En el trecho hasta tu mano Algo se agranda en mi pecho Las presencias que llenan y Que ocupan este lugar Se difuminan Desganadas Derrotadas No tienen rival. Estás tú La silueta de tu pelo recogido Reposado en el asiento. La tristeza del momento Al verte descender . Contigo se van charlas Que me ayudan a entender Que En el espacio vacio queda La esperanza Y la ilusión De mañana volver a coincidir con vos.
MAYRA
Cuenta la leyenda que en una montaña al noroeste de la selva del amazonas se encontraba una tribu con sus bebes niños jóvenes adultos y ancianos, pero a diferencia de muchas otras tribus, no había un líder solo: todos los jóvenes y adultos que demostraban ser saludables formaban parte de un grupo de representantes, y los bebes estaban en brazos de sus madres hasta llegada la edad en que pueden caminar y entonces cada anciano de la aldea era asignado a un niño. Para siempre. Esto es, cada niño se desvinculaba de sus padres como ejercicio de desapego y se vinculaba con un tutor, un anciano, sabio, con experiencia y que no podía servir para tareas físicas ni de legislación. Entonces cuenta la leyenda que se encontraba Mayra ( sig;. "la que es maravillosa") en su aldea y ya había terminado de hacer sus quehaceres entonces fué a charlar con su "viejito". Éste ya estaba viejo pero funcionaban al máximo todos sus sentidos, lo único que no se le podía pedir era man...